Fueron aquellos pasos a las dos de la madrugada lo que
me despertaron, estaba solo en casa, y oí a alguien caminando adentro. Lo
primero que hice fue ponerle seguro a la puerta y llamar a la policía, de una
me encerré en el closet Me quedé pensando ¿Qué pudo ser eso? No tenía idea,
pero me llamo la atención ya que los pasos estaban en diferentes direcciones,
pensé por un segundo que podrían ser varias personas.
La policía se estaba demorando en llegar, al menos
sentí una eternidad en esos pocos minutos que duro la experiencia, el pánico me
estaba inundando mis entrañas y honestamente no sabía que hacer. En algún punto
oí la risa de un niño dentro del cuarto; me quede pensando en todas las
posibilidades ¿Qué haría un niño en mi casa?
Mi casa no era muy grande, era parte de un condominio,
dos habitaciones en el segundo piso y una en el primero, no era una casa muy
grande considerando que era lo que llamaban una townhouse, pensé por un segundo
que algún niño del vecindario se habría metido para hacerme una jugarreta. Sin
dudarlo salí del closet y empecé a caminar la casa, estaba solo ese fin de
semana ya que mi esposa había ido a visitar a sus padres al norte de la Florida
y se había llevado al perro.
Mi suegra y mis sobrinas les encantaba el perro, y
siempre que venían a visitar Mota dormía con ellas en el cuarto de huéspedes; pero
ese fin de semana estaba completamente solo. Pensé que por un momento nuestro
hijo había vuelto pero el estaba en los dormitorios de la universidad y lo mas
seguro es que nos hubiera llamado con anterioridad.
La policía se estaba demorando en llegar, pero siendo
honesto conmigo mismo nunca llegaban tan rápido al menos que fuera cualquier
tipo de emergencia que no fuera en una residencia. Volví a oír los pasos en el
primer piso, se me congelo la sangre, tenia que ir a ver que era eso.
No grite, solo camine en silencio armado con un bate;
pensando que los asaltantes ya tendrían algún cuchillo de la cocina o pistola
pero la risa de los niños seguía vigente, seguía activa seguían moviéndose, el
miedo se estaba apoderando de mi pero para mi mayor sorpresa cuando baje al
área en común no vi nada mas que un osito de felpa que tenia al lado un
cuchillo, prendí las luces y revise las ventanas al igual que la habitación de
huéspedes y la puerta de salida.
Todo estaba en orden, no tenia idea de donde había
salido ese oso de felpa, cuando lo revise con detalle me percate que adentro
había arroz y sangre como si alguien hubiera hecho un fetiche y lo había tirado
dentro de mi casa, no sabía que estaba pasando, pero sabía que no era un sueño.
Solo pasaron 15 minutos desde que llamé a la policía cuando por fin llego una
patrulla a la casa.
La teniente reviso que las ventanas estuvieran
aseguradas al igual que la puerta principal no fue dañada, le di el oso y le expliqué
de la manera más calmada que no me pertenecía, ella prometió llevarlo a la jefatura
y deshacerse de él. A las 2:45 estaba de vuelta en mi cama, revise todo con
detalle que no hubiera mas cosas extrañas, y trate de cerrar los ojos, los
trate de cerrar por un segundo y volví a oír la risa de un niño.
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